Hacer pasión de la derrota
Lo decía Almudena Grandes en un reportaje sobre el club Atlético de Madrid en El País Semanal (nº 1.387 20030427). Hoy la escuchaba en la Ventana de Gemma Nierga y rebajaba la tensión de la derrota ante Francia por estar acostumbrada a perder: soy de izquierdas republicana y del atleti
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En un equipo con destacadas figuras atletistas qué mejor final que el que ha tenido la selección. Ahí está Torres capaz de hacer lo mejor y dejarse el balón atrás mil y una veces. Pablo uno de los mejores centrales que se volvió loco junto con Puyol ante los encantos de Henry y la velocidad de Ribeli. Antonio López deliciosa zurda que no ha mostrado en el mundial sustituido en la titularidad por Pernía uno del geta que dentro de cuatro días es un atletista más. Y por último el entrenador el sabio de Hortaleza el zapatones Luis Aragonés la imagen donde se reflejan muchos aficionados cuando le muestran con la mano atusándose el pelo o cuando lees sus labios al gritar “venga coño”
Parece que Aragonés se va aunque ha sido el entrenador que ha confirmado el paso generacional y ha mostrado la mejor cara del equipo. Lástima que se arrugaran ante Francia lástima que los laterales no sepan cubrir sus laterales lástima que Xavi no la quisiera tocar otra vez que a Pernía se le atragantara la banda que Cesc no supiera dónde enviar el balón que Raúl siga jugando como si fuera Dios que Xabi Alonso no tenga más protagonismo que Joaquín no encontrase a Luis García… lástima
Esa sensación atletista ha contagiado a la selección. Y como dice Torres cuando le dice No a la liga inglesa y piensa que éste año sí así nos hemos emocionado. Y éste año también hemos caído antes de cuartos… porque la lógica no es amiga del atleti y esta selección no podía ser menos.
Vaya afición
Lo que no fue nada atlético fue lo de silbar el himno nacional francés un himno que además es precioso pero que en cualquier caso merece respeto. Esa falta de respeto fue alentada por algunos medios como Telemadrid que se fue a Móstoles a la misma plaza donde el pueblo de Madrid se levantó contra los franceses ya que este partido iba a ser la revancha de la guerra de la independencia sin comentarios. Además de silbar el himno gritaban un bote dos botes gavacho el que no bote
… el espíritu español pleistocénico trajo consigo el mismo juego ramplón del de toda la vida feo aburrido siempre tocándola para atrás y patapum parriba. Lástima.