Pierre Omidyar, fundador de eBay, se pensó este verano comprar The Washington Post, pero finalmente fue adquirido por el fundador de Amazon, Jeff Bezos, por 250 millones de dólares.
Glenn Greenwald, reputado periodista del inglés The Guardian que se ha hecho mundialmente famoso por informar de los programas de vigilancia electrónica de EE.UU. y en concreto por el caso Edward Snowden (agente de la Agencia Nacional de Seguridad o NSA, en sus siglas en inglés), dice haberse encontrado con la “oportunidad de su vida que no podía dejar pasar”. Greenwald se refiere, según Reuters a que Omidyar le ha fichado para encabezar una nueva iniciativa periodística que pretende aglutinar a periodistas independientes que puedan dedicarse a investigar con libertad, según reconoció a Jay Rosen de PressThink.

Según esta misma fuente, la iniciativa estaría encabezada, además de por Greenwald, por el periodista Jermy Scahill de The Nation y la realizadora independiente Laura Poitras.
Omidyar, multimillonario, ciudadano norteamericano de origen franco-iraní con un patrimonio estimado por Forbes en 8.500 millones de dólares, sostiene diversas iniciativas filantrópicas, empresariales y políticas a través de una sociedad de inversión denominada Omidyar Network.
Una de estas iniciativas es Honolulu Civil Beat, donde se conjuga periodismo ciudadano y de investigación que incluso nutre de contenidos a la edición de Hawai del Huffington Post, uno de sus posibles competidores.
Curiosamente, la exclusiva fue filtrada por Buzzfeed, otro de las probables competidores, si bien el propio Omidyar habló ampliamente en su blog sobre su próxima aventura en el periodismo
Forbes estima la financiación de Omidyar para la NewCo, como una de las más importantes para un medio de comunicación web, si lo comparamos con los 37 millones de Huffingto Post, que dispone de cerca de 200 empleadxs (si bien fue adquirida por 315 millones por AOL en 2011), o los 46 de Buzzfee, con más de 300 empleadxs. Otros ejemplos que cita son New York Times, que cuenta con unxs 1.200 periodistas y 200 millones de presupuesto anual, lejos de los 10 millones de presupuesto de ProPublica